Llevamos la friolera de 12 puntos en seis jornadas, algo que no me desagrada en absoluto. Me agrada haber conseguido tres victorias en tres partidos ligueros jugados, y más aún si cabe contra quiénes lo hemos hecho. Lo que si me desagrada es la imagen lamentable que da el equipo sin recibir el aliento de la afición: tres puntos de nueve posibles en liga y una derrota en la Europa League. Pero, sobre todo, lo que comentaba, imagen pésima del Sevilla.
El partido de ayer fue un calco al partido ante el Osasuna o ante el Villareal. No jugamos a nada, tan solo un par de ocasiones claras, un oasis en medio del desierto futbolístico, y eso es preocupante, más si cabe cuando la próxima salida es al Camp Nou. Aunque esa no sea nuestra liga, hay que disputar los tres puntos cada partido.
El Sevilla ayer, una vez más, fue lamentable, aunque el empate fue justo... más que nada porque el Atlético también fue lamentable, aunque algo menos peores que nosotros. Del Moral, en la segunda parte, falló lo que bien te puede costar una no clasificación a Champions. En un mano a mano, ante Courtois, dispara al muñeco, teniendo un abanico de posibilidades (elevarla, tirarla por la derecho, por la izquierda, por debajo, recortar y chutar, etc).
Vi a un Sevilla, y esto me gusta más, duro y expeditivo en defensa. Me gusta que los centrales puedan tapar a uno de los delanteros que se encuentran en mejor estado de forma de la liga como es Falcao. Me encanta que empleen la dureza como profesión y me encanta que le saquen amarilla, aunque algunas de ellas injustas. Hablando de la zaga, aprovecho para hablar del canterano Varas, que está en un estado de forma glorioso, pareciéndose a los mejores meses de Palop. Increíble el de Pino Montano.
Del partido poco más que hablar en cuanto a fútbol se refiere. Lamentable el colegiado que, en su día, llegó a ser uno de los mejores de Europa. Undiano Mallenco, en la tarde de ayer, hizo un partido desastroso. Enorme, por llamarlo de alguna manera, la imagen de Coke recibiendo una tarjeta amarilla por recibir un codazo de Falcao. ¿Pero este árbitro estará loco? Pensé.
Otra de las cosas que hay que tener muy en cuenta de este partido es a la afición atlética. Lamentable, sucia, rastrera... Innumerables adjetivos descalificativos se pueden llevar por parte de España entera y Europa. Digo bien, alto y claro: afición atlética. Porque era prácticamente todo el campo, por desgracia. Así se acuerdan de nuestro querido Puerta en el Vicente Calderón, con el clásico madrileño de "ea, ea, ea, Puerta se marea" y gritos racistas a Kanouté. Pero te llega el árbitro de turno y pone en el acta que el público fue "normal". Normal en su casa, digo yo.
Por fin, después de cuatro largos años escuchándose eso en ese sucio estadio de fútbol, los periodistas denuncian tal cuestión. Lo que me sorprende es que la directiva del Club Atlético de Madrid no digan absolutamente nada, no condenen dichos actos y que no sean los propios aficionados atléticos los que callen a estos desagradecidos.